“Con distintos grados y modalidades de implementación, la temática de la responsabilidad social forma parte de la agenda de trabajo de la mayoría de las entidades aseguradoras del país, con casos que se destacan por su elevado nivel de profesionalización y compromiso. No obstante, en la mayoría de las entidades las acciones se desarrollan sin recurrir a las exigencias y rigurosidad que requieren los estándares internacionales”, señala la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) en el cierre de documento titulado “Diagnóstico sobre responsabilidad social en las entidades aseguradoras” en el que el organismo analiza la visión, la situación actual y la perspectiva que tiene el sector seguros en materia de responsabilidad social.
Este trabajo se realizó en base a los resultados de una encuesta de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) para las entidades aseguradoras que lanzó a principios de agosto el área de Responsabilidad Social (RS) del Plan Nacional Estratégico del Seguro (PlaNeS) 2012-2020. 108 entidades (que representan el 75% de la producción del sector) respondieron el cuestionario que elaboró el organismo para ser respondido en forma voluntaria. El mismo incluyó aproximadamente 30 preguntas cerradas, con opciones simples y múltiples y brindaba la posibilidad de hacer comentarios adicionales.
De las aseguradoras que participaron, el 63% pertenece al ramo de los seguros Patrimoniales y Mixtas, el 19% al ramo Vida, el 7% son ART, el 7% a Retiro y el 3% restante a Transporte Público de Pasajeros (TPP). Asimismo, el 80% están constituidas jurídicamente como sociedades anónimas, el 17% como cooperativas o mutuales y el 3% restante como Organismos Oficiales.
Por un lado, se encuentra un grupo minoritario de entidades líderes en el tema, que cuenta con alto nivel de profesionalización. Estas entidades, por ejemplo, aplican normas de estandarización internacionales a la hora de medir el impacto de sus políticas y de confeccionar sus reportes sociales. Algunas de ellas están adheridas al Pacto Global de Naciones Unidas. Es interesante apreciar que este grupo no está únicamente formado por entidades de gran tamaño en cuanto a porcentaje de las primas de seguros emitidas”, demuestran los resultados de la encuesta.
Por otro lado, existe un porcentaje mayor de aseguradoras que aplican acciones o cuentan con programas de responsabilidad social de fuerte impronta socio-ambiental, como por ejemplo, a través de participación en ONGs y fundaciones relacionadas con la prevención de accidentes viales y un fuerte trabajo y compromiso de sus empleados a través de la modalidad de voluntariado corporativo.
Por lo general, dichos programas se llevan adelante con recursos internos, sin ayuda de organizaciones externas especializadas en la materia y no se aplican normas de estandarización internacionales para realizar o medir los resultados. Este grupo está formado por entidades de todo tipo y tamaño”, informan.
El mercado muestra un grupo de entidades con experiencia en la realización de prácticas en RSE. El 76% de las entidades que afirmaron que realizan RSE, señalaron que vienen desarrollando acciones en la materia hace más de cinco años. “Dicha experiencia debe ser aprovechada en el diseño de políticas públicas para la concreción de un trabajo sinérgico a través de la participación del conjunto de las entidades, permitiendo el incremento de los vínculos con el sector público”, destaca el trabajo de la SSN.
Uno de los principales interrogantes del cuestionario es cómo definen las aseguradoras a la responsabilidad social empresaria.
En ese punto las opciones que mayor respuesta tuvieron fueron aquellas que interpretan la responsabilidad social como el interés de la empresa de ocuparse de temas sociales y medioambientales (75%), seguida de la concepción de la temática como gestión organizacional, que se funda en la ética y en los valores (48%), dos conceptos que sobresalen cuando se hace referencia al tema”, informa el estudio.
También destacan que solo el 29% de las compañías que completaron la encuesta respondieron que “la RSE se relaciona con la rendición de cuentas a la comunidad, la transparencia y el cumplimiento del marco legal”, aspectos que no pueden ser dejados de lado cuando de responsabilidad social se trata. Lo mismo ocurre con el hecho de brindar buenos productos, de calidad y a precios razonables (26%), ya que en determinados contextos, la sensibilidad social de las compañías pasa fundamentalmente por esas variables.
Por otra parte, cuando se les consultó a las entidades sobre cómo veían el grado de desarrollo de la RSE en el sector asegurador, el 90% respondió que está poco o moderadamente desarrollado.
Esta afirmación nos llevó a la conclusión de que el sector tiene plena conciencia de las potencialidades de crecimiento existentes y que hay un grupo de entidades líderes que se destaca en el tema”, destaca el análisis.
En cuanto a la forma de comunicación de las acciones realizadas que pueden ser consideradas como de responsabilidad social el medio de difusión más utilizado por las compañías es el propio sitio Web de la entidad (53%), seguido por los medios gráficos, diarios y revistas (51%) y medios propios tales como folletos, banners, etc. (50%). Asimismo, el 27% de los encuestados señalaron que no realiza ningún tipo de difusión al respecto. Y se indica que las perspectivas sobre cuáles son los pasos a seguir para impulsar la RS desde la esfera pública y las necesidades de las aseguradoras para lograrlo, son también coincidentes.
Al momento de analizar las prácticas organizacionales más comunes en materia de responsabilidad social, entre los temas de interés a los que se destinan las acciones de RSE, se destacan aquellos programas dirigidos hacia el interior de la empresa: como programas de capacitación y aquellos que mejoran las condiciones laborales de los empleados con el 70% y el 64% de los casos respectivamente. Asimismo, es elevado el porcentaje de entidades que realizan donaciones (56%) y patrocinan eventos sociales y de RSE (48%). Son menos comunes acciones como marketing con causa (6%) y mejoramiento de la cadena de valor (20%).
Por último resulta interesante destacar que un 32% de las compañías respondieron que realizan programas sobre seguridad vial o prevención de accidentes y un 28% de cultura aseguradora. En este campo se evidencia una diferenciación, de las compañías que realizan RSE, el 53% tiene algún programa relacionado con la seguridad vial o prevención de accidentes, mientras que aquellas aseguradoras que no realizan acciones bajo esa denominación, solo el 21% respondieron que tienen algún programa de este tipo.
En líneas generales, se observa en el mercado una muy buena predisposición y una alta potencialidad para la aplicación de políticas públicas que impulsen en distintas direcciones y modos la temática de la responsabilidad social”, diagnostica la SSN.
Asimismo, del grupo de entidades que no hacen acciones bajo la denominación de RSE, el 40% señaló que tiene pensado hacer RSE en el futuro, mientras que el 24% respondió que no cuenta con los recursos necesarios y además, solo el 14% consideró que existen otras prioridades en la gestión de la entidad. Por otra parte, ninguna entidad manifestó que es difícil la implementación de la RSE o que desconoce sus implicancias y beneficios.
Sin embargo cuando se les consultó sobre si recibieron información sobre RSE a este grupo de entidades, el 63% respondió afirmativamente.
Por otra parte, cuando se les consultó por qué creen que las entidades del mercado realizan RSE, el 69% respondió que es por un compromiso ético con la comunidad y el 66% porque genera mayor compromiso de los empleados, mientras que el 62% cree que las compañías lo hacen porque permite establecer valores y comunicarlos abiertamente a la sociedad y porque mejora su imagen corporativa y prestigio, una opción más vinculada con el marketing empresarial. A su vez el 61% respondió que las entidades realizan RSE porque contribuye al desarrollo de la empresa y de la sociedad en general.
Un porcentaje un poco menor considera que la RSE se practica por una cuestión de sustentabilidad (42%).
En base a estas observaciones, en sus conclusiones, la SSN sostiene que el sector asegurador cuenta con un excelente potencial para crecer en materia de RSE y destaca que “el Estado se transforma en un actor de suma importancia para fomentarla, estimulando y apoyando acciones concretas que lleven al desarrollo de la misma”.
“Desde nuestro organismo, y en base al compromiso demostrado por las entidades, nos planteamos unir esfuerzos en pos de una política pública que permita alcanzar los objetivos”, aseguran, añadiendo que “desde la Superintendencia de Seguros de la Nación, estamos convencidos que los desafíos que impone la práctica de la RS requieren de cooperación y confianza entre los distintos actores sociales, ya que un actor por sí sólo no puede abordar las exigencias de la sustentabilidad en materia de Responsabilidad Social”.
La SSN destaca, sin embargo, que son las propias organizaciones las que deben estar convencidas de seguir ese camino. En varios lugares del mundo existen numerosos ejemplos de prácticas consideradas como socialmente responsables, llevadas a cabo por empresas que compiten en el mercado, que no sólo redundan en beneficios para la sociedad en su conjunto, sino también para ellas mismas.
Las organizaciones que no puedan adaptarse a esta realidad, seguramente quedarán relegadas por las propias fuerzas del mercado. En términos de Responsabilidad Social, estamos en tiempos donde considerar lo que se denomina la triple P (People, Profit, Planet) es determinante para el buen desempeño de las organizaciones”, concluyen.
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