Columnistas

COVID-19: el mercado de caución mejorado

Por Mariano Nimo, Gerente General de Afianzadora.-

El 2020 quedará marcado a fuego en nuestras mentes como el año que todo cambió. Las cicatrices sociales, económicas y emocionales han sido profundas, y requerirán de medidas del mismo tenor – excepcionales – para revertir el daño ya devengado. El título que habíamos pensado en primera instancia fue “Gracias Covid-19” pero inmediatamente censuramos ese inicio por respeto a cada una de las víctimas de este impiadoso virus. El occidente persigue la inmortalidad y desea eludir la muerte que le angustia, mientras que las culturas orientales como la hindú buscan, en cambio, liberarse de la vida, escapar de la existencia terrestre. También podemos mencionar el Lumbalú africano, que le baila a la muerte como el rito del paso, la transición. 

Volviendo al eje, el impacto del negocio desde los fríos números económicos fueron potentes: alrededor de un 35% menos de cantidad de pólizas emitidas como producto de un achicamiento proyectado del PBI (enero-diciembre 2020) que alcanzaría el -13%, valor que supera el arrojado en la mega crisis del 2001/2002 (-12%). En el primer trimestre de “cuarentena full” (abril-junio) se registró la caída trimestral más grande de la histórica economía moderna con un -19%. Esto dejó en evidencia la profundidad del parate económico, en un momento donde la prioridad sanitaria olvidaba por completo las otras aristas de la compleja realidad imperante. Luego de esta descripción un tanto agobiante, que entendemos es circunstancial y que lentamente se irá revirtiendo en el 2021, queremos destacar el principal activo que deja este trágico momento: la instauración de la Póliza Digital. 

Sin dudas, la sorpresiva cuarentena provocó una acelerada digitalización de las garantías en el sector de las contrataciones de Obras y Servicios. La nueva normalidad obligó a mutar en tiempo récord a la Póliza Digital que, a fuerza de ser el único elemento disponible para seguir garantizando los proyectos de los clientes de nuestros PAS, generó una mejora impensada. Este suceso provocó un mercado más transparente, ecológico, trazable, de pólizas con comprobación de veracidad instantánea, imposible de falsificar y extraviar, y con disponibilidad inmediata en cualquier rincón del país. 

Aunque parezca contradictorio, el Covid-19 ha mejorado sustancialmente la calidad del mercado de caución a partir de la digitalización de sus pólizas. Y la comunidad en su conjunto colaboró para su instauración como medio de solución en tiempos de cuarentena. Todo indica que esta modalidad llegó para quedarse, siendo responsabilidad de todos los protagonistas del mercado dejar instaurado este avance como un punto de partida para otras batallas. Hoy, el mercado de caución es más transparente que antes, y aunque suene raro, en gran parte se lo debemos a este suceso poco feliz llamado Covid-19.