Moody’s Investors Service, calificadora de riesgo internacional, publicó un reporte en el cual prevé que los efectos globales del coronavirus en la economía mundial persistirán hasta junio de 2020.
“La rápida propagación mundial del coronavirus ha llevado a un deterioro de las perspectivas económicas, a una reducción brusca de los precios del petróleo y a una gran agitación en el mercado financiero, generando un shock crediticio sin precedentes en muchos sectores de todo el mundo. Nuestro escenario económico de base supone que la interrupción de la actividad económica impulsada por una pandemia hasta junio irá seguida de cierta recuperación en la segunda mitad de 2020. Sin embargo, el potencial de resultados a la baja está aumentando”, dijo Moody’s.
Agregó que la flexibilización monetaria global de los bancos centrales y las iniciativas de política fiscal relacionadas ayudarán a aliviar las presiones de liquidez, pero afectarán la rentabilidad en todo el sector financiero y debilitarán la capitalización de algunas aseguradoras.
Aunque el shock no conducirá a cambios inmediatos y mayoristas en las calificaciones de la mayoría de los bancos y aseguradores regulados, los perfiles de crédito de muchos serán cada vez más vulnerables en la medida en que el shock económico se amplíe y se alargue en relación con nuestros supuestos macroeconómicos de referencia”, dijo la calificadora en el reporte.
Añadió que el brote de coronavirus y el shock del precio del petróleo tendrán un impacto negativo directo en la calidad de los activos de las instituciones financieras calificadas.
Aquellos que consideramos altamente expuestos tienen las mayores implicaciones crediticias negativas potenciales, y también es más probable que experimenten rebajas en las calificaciones”, indicó.
Finalizó afirmando que los mayores efectos crediticios negativos se sentirán inicialmente por los bancos en las regiones que se ven interrumpidas de manera más inmediata o aguda o con préstamos concentrados a los sectores más afectados, así como a bancos y prestamistas no bancarios de capitalización más escasa.
“Esperamos que nuestras acciones de calificación se centren inicialmente en aquellos territorios donde el coronavirus ha tenido el impacto más inmediato, aunque tales acciones probablemente afectarán a los bancos en otros países a medida que el virus se propague”, concluyó.