Los autos autónomos captan la atención de cada vez más personas alrededor del mundo. La fantasía de viajar en un auto que se maneje por sí solo, se está volviendo realidad poco a poco, a nivel tal que se espera que en 2035 la industria de la conducción autónoma generará cerca de 400 millones de dólares de ingresos.
Ahora bien… ¿Cómo afectará esta nueva modalidad de transportarse a las demás industrias, al comportamiento del consumidor y la sociedad en general? McKinsey & Company realizó un informe analizando lo que vendrá con esta innovadora forma de moverse, que desde ya tendrá sus fuertes implicancias en el negocio asegurador.
La consultora global afirma que la conducción autónoma podría crear un valor masivo para la industria automotriz, generando cientos de miles de millones de dólares antes del final de esta década, siempre y cuando sean consideradas las preocupaciones que existen por la seguridad de esta modalidad, junto con nuevas estrategias de ventas y capacidades tecnológicas.
Los sistemas de conducción automática ofrecen muchas ventajas: si hablamos de lo laboral, por ejemplo, podría reducir o hacer más “amables” las horas de conducción de los choferes de larga distancia. Si hablamos de un uso común, las horas en la ruta que antes se pasaban conduciendo podrían usarse para hacer una videollamada a un amigo, ver una película divertida o incluso trabajar. También podría mejorar la movilidad de los conductores mayores, brindándoles opciones de movilidad que van más allá del transporte público o los servicios de vehículos compartidos.
Este informe asegura que esta industria generará valor adicional a otras, ya que los efectos colaterales de los automóviles autónomos en otros sectores podrían ser significativos. Las compañías de seguros deberán comenzar a prestar atención al funcionamiento de estos autos para crear seguros adaptados a la necesidad del cliente que adquiere este tipo de automóviles.
“Es posible que no se exija a los clientes con automóviles autónomos que paguen primas de seguro elevadas, ya que entregar el control de los vehículos a los sistemas automáticos podría significar que los conductores individuales ya no serían responsables de los accidentes automovilísticos. Como consecuencia, pueden surgir nuevos modelos de seguros BtoB para los viajes autónomos”, aclaran desde la consultora, mostrando un nuevo paradigma para el mercado asegurador.
Varios fabricantes de automóviles ya están probando nuevas coberturas de seguros. Estas empresas están obteniendo información sobre el comportamiento de conducción de la tecnología autónoma y haciendo ofertas personalizadas a sus clientes. Por ello, aquellas compañías que se acerquen con mayor precisión a las pólizas de seguros que buscan estos clientes, conseguirán una ventaja significativa sobre los operadores tradicionales.
Los consumidores se benefician del uso de los sistemas de conducción automática de muchas maneras, incluidos mayores niveles de seguridad; facilidad de operación para estacionar, incorporarse y otras maniobras; ahorros adicionales de combustible debido a la capacidad del sistema autónomo para mantener velocidades óptimas; y más tiempo de calidad.
Dado que los clientes tienen estilos de vida y necesidades tan diferentes, explorar las preferencias y los perfiles de ellos podría permitir que los concesionarios y las empresas adapten sus propuestas de valor y esquemas de precios en otras industrias, como por ejemplo, la de seguros.