Coface ha difundido el informe Panorama Riesgo País 2014 en el que destacan los siguientes puntos:
Una recuperación del crecimiento mundial, lenta pero segura
La economía mundial ha entrado en una confirmada, pero lenta y desigual, fase de recuperación. Varios factores explican el carácter laborioso de este repunte post-crisis: altos niveles de deuda pública y privada, un dinamismo del crédito por debajo de las tasas pre-crisis, un nuevo riesgo de deflación en la Eurozona y una débil confianza a mediano plazo entre los agentes económicos.
Coface prevé un crecimiento mundial de 2,8% para el 2014, un aumento de 0,1 puntos en comparación con el año 2013. Este es el primer aumento desde 2010, aunque su nivel sigue permanece por debajo de los niveles de crecimiento pre-crisis (entre 4 y 4,5% en 2006 y 2007). Las economías avanzadas se han convertido en el principal motor de esta aceleración (representando el 1,6%, que es 0,3 puntos más que en 2013), mientras que los países emergentes han registrado una desaceleración de un tamaño equivalente (4,3%, un descenso de -0,3 puntos). En 2015 se verá sobretodo una aceleración gradualmente continua, con un crecimiento global de 3,2%.
El mapa de riesgo país que Coface está actualizando está en línea con este reequilibrio del crecimiento. La mayoría de las evaluaciones revisadas hacia arriba se refieren a los países avanzados. Mientras que los países emergentes incorporan todas las evaluaciones degradadas por Coface en este trimestre.
En la Eurozona, a pesar de las decepciones, el riesgo país continúa mejorando
Mientras, luego de un shock externo en el primer trimestre, los Estados Unidos ha revivido con un sólido crecimiento (previsión en el 2% en 2014), el paisaje europeo se caracteriza por una fuerte disparidad en cuanto a la recuperación. Su crecimiento se revisa ligeramente a la baja, hasta el 0,9%, debido a perspectivas menos favorables para Alemania (1,6%), Francia (0,4%) e Italia (-0,2%). En la zona euro se observa una caída en la confianza de los negocios en el segundo trimestre, impulsada por la tensión geopolítica en Ucrania y los riesgos de deflación.
En España, se confirma la dinámica virtuosa de la recuperación, con una previsión de crecimiento de 1,2% para 2014 y 1,7% para 2015. El resurgimiento de la demanda interna, la mejora de la situación financiera de las empresas, el dinamismo de las exportaciones y la caída de las insolvencias (una baja de 30% a finales de Junio en base anual) impulsan la caída de los riesgos españoles. Estas mejoras han permitido que Coface suba su evaluación su evaluación B, bajo vigilancia positiva desde junio pasado, a A4.
La evaluación A3 de los Países Bajos (0,7% previsto para 2014) y en Bélgica(1% previsto para 2014) está ahora acompañada de una vigilancia positiva. En ambos países, el crecimiento ha regresado, impulsado por las exportaciones, y observamos un repunte en inversión y la caída de las insolvencias de empresas.
Enfrentados con retos macro financieros y shocks políticos, Rusia, Turquía y Venezuela han sido degradados
En reacción a los cambios recientes en el contexto político y social y tomando en cuenta su impacto en la actividad corporativa, Coface ha anunciado los tres mayores descensos.
La evaluación de riesgo país para Rusia se degradó a C. La crisis de Ucrania sin duda ha tenido un impacto negativo en el crecimiento (previsión en el 0% en 2014), principalmente debido a la caída en las inversiones y la desaceleración del consumo. Por otra parte, las dificultades de inversión eran ya perceptibles en 2013 e ilustran la falta de confianza en el clima de negocios de los agentes económicos rusos. Las grandes salidas de capitales de Rusia desde 2008 son prueba de ello. También tomamos en cuenta el hecho de que las empresas rusas están masivamente endeudadas en términos de divisas. Con un acceso limitado a los mercados debido a las sanciones actuales y algunas afectadas por la caída en el rublo, las empresas se enfrentan a mayores plazos de pago en un año a partir de ahora.
Turquía ha sufrido una baja de su evaluación a B. Mientras que la actividad económica en Turquía está mostrando cierta resistencia (3,3% previsto para 2014), en el lado corporativo, el endeudamiento externo permanece alto, lo cual incrementa la exposición al riesgo del tipo de cambio. La lira ha probado ser muy volátil y sensible a los cambios de la política monetaria de la FED. De hecho, la experiencia de pago de Coface concerniente a las compañías turcas se ha deteriorado. En el plano político, las crecientes tensiones en las fronteras del país puedan afectar a la estabilidad interna.
Venezuela ha sido colocada en categoría D. El país se ha hundido en la recesión (-2,5%) y la hiperinflación (64% en 2014), detonada por la escasez de mercancías y el trasfondo político y las tensiones sociales. El riesgo de nacionalización y, sobre todo, el racionamiento de las importaciones y el control de precios y márgenes, han arrojado una sombra sobre un ambiente de negocios muy difícil para las empresas.