La reciente caída en el precio del petróleo ha traído repercusiones sobre el riesgo de crédito de las empresas de todo el mundo. Entre los 14 factores analizados, Coface ha identificado un sector beneficiado y otro fuertemente perjudicado y, por tanto, también sus correspondientes evaluaciones han sido revisadas al alza o a la baja.
Después de la clara mejora en el riesgo sectorial de Norteamérica a finales de 2014 (3 sectores han sido reclasificados con» riesgo bajo»: Textiles y ropa, transporte y productos químicos), Coface ha degradado la calificación del riesgo del sector energético a «riesgo medio» debido al descenso de los precios del crudo.
La producción de petróleo de esquisto (shale oil) y de crudo sigue aumentando, mientras que los precios se han reducido a la mitad desde el verano de 2014, lo que refleja el exceso de oferta con respecto a la demanda. La planta de almacenamiento de petróleo de Cushing, la más grande de los Estados Unidos, alcanzó un nivel de saturación del 77% de su capacidad a finales de marzo de 2015. La inversión está cayendo debido a los altos costos de extracción del petróleo no convencional, (un promedio de entre 50$ y 70$ por barril), afectando a los contratistas de la industria petrolera y dando lugar a despidos y fusiones/adquisiciones dentro de este sector, con el objetivo de ofrecer sinergias y reducir costos.
Norteamérica se ha visto particularmente afectada por la caída de los precios del crudo, socavando la viabilidad de muchos proyectos de inversión en el petróleo de esquisto (shale oil). Si bien el aumento en el riesgo no es uniforme dependiendo del segmento del sector del que estemos hablando (producción o procesamiento), la situación tiene un impacto sobre todo su ámbito, ya que el precio del crudo determina los márgenes tanto de productores como de procesadores. Así pues, los «grandes» están viendo caer su rentabilidad, afectando también a sus relaciones con los subcontratistas, que a su vez sufren, al igual que éstos, recortes en la inversión debido a la caída del rendimiento de la misma», explica Guillaume Baqué, Economista de Coface.
En contraposicion a Norteamérica, hay un sector que se esté beneficiando realmente de la caída en los precios del petróleo, es el sector químico en Europa. La reducción de los precios está ayudando a reducir la brecha de competitividad con la industria estadounidense (calificada como de «bajo riesgo») y a restaurar los márgenes. La depreciación del euro, que favorece las exportaciones químicas europeas, también está contribuyendo positivamente. En Francia, el sector mejoró significativamente, con un incremento del 1,9% en las ventas de 2014 tanto en el mercado nacional como de exportación.
Tomando estos indicadores positivos en cuenta, Coface ha mejorado la evaluación del sector químico a «riesgo medio».
Otros sectores también se están beneficiando de esta tendencia actual, pero no están sujetos a revisión. Este es específicamente el caso del transporte marítimo, ya que sus costos de producción se han visto reducidos. No obstante, cualquier mejora en su evaluación sería precipitada, ya que la continua desaceleración de la economía china está haciendo descender la demanda. Otro sector estrechamente ligado a este beneficio es la industria europea automovilística, ya que continúa recuperándose – una recuperación reflejada en los meses consecutivos de aumento en las matriculaciones de vehículos nuevos.
