Europa Internacionales

Coface analiza la economía de Francia

La economía francesa ha retornado al crecimiento, pero sigue siendo frágil. Los economistas de Coface estiman un crecimiento del 1,1% para 2015 y un 1,4% para 2016. Las insolvencias empresariales han descendido, aunque el nivel sigue siendo alto. Las empresas se benefician del descenso del precio del petróleo y las ventajosas medidas fiscales para restablecer sus márgenes y modernizar sus infraestructuras. La inversión continuará en 2016, aunque se prevé que siga el patrón habitual de una fase de recuperación, tal como desarrolla un Informe de Coface.

Las inversiones comienzan a despegar

El consumo de los hogares (1,5% en 2015 y 1,3% en 2016) será el principal contribuyente al crecimiento, a pesar de no alcanzar los niveles anteriores a la crisis (2,1% de media entre 2003 y 2007). Las inversiones de las empresas son más positivas, contrariamente a lo que sucede con la inversión tanto pública como de los hogares (-0,5% en el tercer trimestre). Un signo de la mejora de su salud financiera es que la tasa de gasto de las empresas ha ido en aumento desde el segundo trimestre. Por otra parte, la caída del precio del petróleo, combinado con las medidas del gobierno -como el Crédito fiscal de Competitividad y Empleo («CICE») y el subsidio de amortización fiscal adicional para las inversiones empresariales- han contribuido a la restauración de los márgenes de las empresas y ha supuesto una ayuda para la modernización de sus infraestructuras. A pesar de este entorno favorable, las empresas exportadoras se enfrentan a un aumento de los tipos de cambio y la dificultad del acceso al CICE.

En 2016, por primera vez desde 2012, la inversión (de un 1,5%) contribuirá positivamente al crecimiento, pero su tasa de crecimiento se mantendrá por debajo de los niveles previos a la crisis (3,8% de media). La tasa de utilización de la capacidad de producción (77,8% a finales de octubre) muestra que las empresas todavía no están presionadas por el exceso de demanda. Los gastos de capital de las empresas, provienen principalmente de la modernización de las instalaciones de producción. El fin de la medida de «asignación de amortización adicional para las instalaciones de producción», en abril de 2016, jugará un papel decisivo en la reducción del incremento de los gastos de capital de éstas en el segundo semestre de 2016.

 La recuperación ya está en marcha, pero continua siendo frágil. El crecimiento del consumo no es lo suficientemente alto en esta etapa como para convencer a las empresas para que se expandan. Siete años después de la crisis de Lehman, la inversión principalmente se destinará a la renovación de los equipos de producción. Frente a estas debilidades, la continua vigilancia de las tendencias macroeconómicas y sectoriales sigue siendo esencial para que las empresas se anticipen a sus riesgos«, señaló Paul Chollet, responsable de estudios sectoriales e insolvencias en Coface.

Descenso de las insolvencias por segundo año consecutivo

A finales de octubre de 2015, el número de insolvencias empresariales mostró una caída del 4,8% interanual, hasta las 61.150. Sin embargo, con un promedio de 46.000 quiebras empresariales entre 2000 y 2006, el nivel actual sigue siendo alto. Cabe señalar que el número total de empresas aumentó un 31% entre 2005 y 2013. El porcentaje de insolvencias con respecto al número de empresas, por tanto, se mantiene estable (1,41% en 2013 frente al 1,42% de 2005). Esta recuperación se confirma por el costo total de las insolvencias (calculado como el importe total de los impagos a los proveedores), que disminuyeron en un 20%, a lo largo del año hasta finales de octubre de 2015 alcanzando los 3,6 millones de euros, mientras que la cifra de negocios media de las empresas insolventes se redujo en un 3,2%, hasta los 578.000 euros.

El nivel de riesgo es mayor en Francia que en Europa Occidental en dos de los catorce sectores estudiados:

  •   El transporte, evaluado por Coface como de «alto riesgo» (frente al «riesgo moderado» para Europa), sufre los efectos de la falta de competitividad frente a la competencia de Europa Central (transporte de mercancías por carretera).
  •  La construcción, único sector en Francia que tiene una evaluación de riesgo «muy alto» (frente al «riesgo alto» de Europa). La facturación de las empresas del sector ha ido disminuyendo desde 2012 y, a pesar de una ligera recuperación en 2015, el volumen de su actividad seguirá siendo limitado. Las empresas de ingeniería civil están sufriendo por la reducción del gasto de las autoridades locales, mientras que el mercado laboral seguirá siendo débil, y por tanto mantendrá su impacto negativo sobre la demanda.