El pasado 21 de enero, el Piper Malibu que trasladaba al jugador de fútbol Emiliano Sala desapareció cuando sobrevolaba el Canal de la Mancha, dirigiéndose de Francia a Gales. El domingo 3 de febrero, luego de dos semanas de intensa búsqueda, el barco Geo Ocean III rentado por la Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB) y operado por el Ministerio de Defensa británico, halló la avioneta a 63 metros de profundidad del nivel del mar.
En el interior, encontraron uno de los cuerpos, el cual aún no fue identificado por la complejidad que representa el rescate. Se estima que el segundo cuerpo también esté allí. Recordemos que únicamente viajaban Sala y el piloto David Ibbotson.
Mientras continúan las operaciones de rescate, surgen diversos interrogantes acerca de quiénes se harán cargo de la operación. En este momento la financiación está siendo discutida por las autoridades británicas. Aún no se sabe si los encargados de financiar el rescate del avión -en caso de hacerse- será la propia AAIB, las compañías de seguros involucradas en los pagos del accidente, los clubes Nantes o Cardiff o la familia Sala, a través de su colecta pública.
Más allá de la decisión que se tome, se sabe que el rescate será costoso, ya que se trata de una operación compleja, en una zona donde habitualmente predominan las corrientes fuertes y una meteorología impredecible. Igualmente se cree que a esa profundidad, los cuerpos podrán ser recuperados por buzos profesionales.
Según los especialistas, el recupero de los restos del avión le permitirá a los investigadores conocer si funcionaba o no su sistema antihielo, si contaba con una balsa, entre otros elementos que pueden contribuir a explicar su caída en el Canal de la Mancha. Además, los reguladores aeronáuticos están investigando si se trató de una operación comercial encubierta, con un piloto que no estaba habilitado ni sabía volar por instrumentos.
Las implicancias del seguro
El seguro juega un papel fundamental en este escenario desolador. De acuerdo a lo publicado días atrás (ver nota), una de las claves parece estar en la transferencia del jugador de un club al otro.
Según afirmó el diario británico The Daily Telegraph, el seguro por accidente que el Cardiff había contratado, sólo cubre la mitad de las pérdidas en un contrato de 3 años de 30 millones de euros. Allí estaba incluido el bono de 3,4 millones de euros si el Cardiff se salvaba del descenso. Su transferencia ya se había registrado en la Football Association de Inglaterra y en la FIFA.
Cardiff pagará lo que corresponda y a quien corresponda una vez que se determinen los hechos”, expresaron las autoridades del club. Igualmente, según afirmó el diario británico, esos 15,9 millones de euros ya no los recuperará.
Según el medio The Insurance Insider, el club tendría un seguro de 20,9 millones de euros de protección por accidente personal con Lloyd´s de Londres para sus jugadores. La póliza es liderada por China Re Syndicate 2088 y es negociada por Miller.
Por otro lado, una las primeras acciones legales que tomó el Cardiff fue congelar los pagos al club francés, hasta que se conozcan causas del accidente. Otro dato no menor, es que la responsabilidad de las normas de seguros son las del país que esté registrado el avión. En este caso, el Piper PA-46 310P Malibu tiene su registro en los Estados Unidos.
Habrá que esperar a las próximas horas para saber cómo continuará la operación de rescate, y cómo repercutirán los datos socavados por los reguladores aeronáuticos.
Fuente fotografía: The Insurance Insider