Uno de cada tres taxis porteños tiene registrado un código QR que se ubica en la ventanilla trasera de los vehículos y está a disposición de los pasajeros para que puedan corroborar los datos del chofer y del automóvil de manera online y en cualquier sitio de la ciudad, tal como notifica La Nación.
El código QR y la tarjeta inteligente son parte de las modificaciones en el sistema de control con el objetivo de garantizar la seguridad de los pasajeros y también de los taxistas.
[box type=»note»]En total son 12.650 taxis los que ya tienen ambos recursos, según informó la Subsecretaría de Transporte y Tránsito de la ciudad. La flota total, que constituye uno de los principales ejes del transporte público porteño, cuenta con 37.000 taxis y es, en cantidad, comparable con las de París, Madrid, Roma y Berlín.[/box]La utilización de los códigos QR (quick response o respuesta rápida) en los taxis es la incorporación más importante de la renovación de los sistemas de registro, ya que le brinda al chofer del vehículo la posibilidad de corroborar los vencimientos de su licencia desde su celular. También le permite al usuario comprobar los datos de la persona con la que compartirá el próximo viaje.
Por otra parte, logra optimizar los controles en vía pública, ya que los inspectores de tránsito podrán, mediante la tarjeta inteligente, tener mayor accesibilidad a los datos y consultar en tiempo real los registros del Registro Único del Servicio Público de taxi (Rutax).
[box type=»note»]Los códigos QR podrían aplicarse en los sistemas de atención primaria de emergencias en la vía pública si prospera un proyecto de ley que fue presentado en la Legislatura. Consiste, en que todas las personas que se mueven por la ciudad lleven en sus teléfonos celulares, cascos, autos, billeteras u otro objeto personal un sticker que, al ser verificado en caso de un accidente, aporte información sobre enfermedades, alergias, recomendaciones y contactos a los médicos y enfermeros.[/box]El legislador Roberto Quattromano (Pro) es el autor de la iniciativa, que también acompañan Cristina García de Aurteneche (Confianza Pública Democrática) y el vicepresidente primero del recinto, Cristian Ritondo (Pro). «Al verificar el código, el médico encontrará en forma instantánea los datos personales y clínicos más importantes del paciente», se indica en el proyecto.
Esta herramienta de fácil acceso fue inventada por una empresa de Japón en 1994 y rápidamente se extendió por ese país. En la Argentina comenzó a utilizarse con mayor frecuencia hace unos cinco años. Son capaces de administrar un importante caudal de información y cuentan con una respuesta ágil y segura, pero nunca se convirtieron en una herramienta de uso masivo.