
Por Fernando López Orlandi, Gerente Comercial de Charles Taylor.-
En un contexto donde la innovación y la eficiencia marcan el ritmo de la industria financiera y aseguradora, el canal de bancaseguro emerge como uno de los grandes motores de transformación. No solo representa una alternativa en la distribución de seguros, sino que también se consolida como una de las vías más rentables y sostenibles de crecimiento para los bancos.
Hoy, el 25% de las primas de seguros a nivel mundial se vende a través del modelo de bancaseguros. Este dato, que por sí solo justifica la atención creciente que recibe esta modalidad, se vuelve aún más relevante si consideramos que en mercados más desarrollados como Europa, la participación del bancaseguro en la venta de seguros de vida supera ampliamente el 50%. ¿Estamos en América Latina preparados para seguir ese camino?
La respuesta parece ser afirmativa. Los principales informes de tendencias globales coinciden: las alianzas estratégicas entre bancos y aseguradoras no solo se multiplican, sino que también evolucionan. Ya no se trata simplemente de vender un seguro junto con un préstamo hipotecario o una tarjeta de crédito; hoy hablamos de ecosistemas integrados, donde la experiencia del cliente, la digitalización y la personalización de los productos se vuelven diferenciales clave.
Este fenómeno responde, además, a cambios profundos en el comportamiento de los consumidores. Cada vez más, los clientes esperan que las soluciones financieras y de protección estén disponibles de forma simple, rápida y personalizada. En este contexto, el bancaseguro no solo ofrece conveniencia, sino también confianza: la confianza depositada en las instituciones financieras tradicionales se traslada al universo asegurador.
En este escenario, la tecnología juega un rol central. Plataformas capaces de gestionar todo el ciclo de vida del seguro —desde la cotización y emisión hasta el servicio postventa y la atención de siniestros— son ahora indispensables para que el modelo de bancaseguro alcance su máximo potencial. En este terreno, la experiencia y el posicionamiento que viene teniendo Charles Taylor, en donde prácticamente la mitad de los negocios relacionados con bancaseguros en Chile se procesan a través de tecnologías desarrolladas por nosotros, reflejan el creciente valor y la oportunidad que tiene un mercado cada vez más dinámico.
Este dato no es menor si consideramos que Chile es uno de los países de la región donde el bancaseguro ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años, impulsado por la innovación digital, la bancarización creciente y la búsqueda de nuevos modelos de distribución eficientes.
¿Por qué este modelo es tan atractivo para la banca? La respuesta está en los números: se estima que el negocio de bancaseguros puede llegar a contribuir con hasta un 20% de la rentabilidad anual de una entidad financiera. Además, permite fortalecer el vínculo con los clientes, mejorar la fidelización y diversificar las fuentes de ingresos en un escenario donde la presión sobre los márgenes tradicionales es cada vez mayor.
Desde una mirada estratégica, el bancaseguro ofrece a los bancos una ventaja competitiva que trasciende la venta de productos: es una oportunidad para integrarse más profundamente en la vida financiera de sus clientes, ofreciéndoles soluciones de protección en los momentos que realmente importan. Y, al hacerlo, refuerzan su relevancia en un ecosistema financiero que evoluciona a gran velocidad.
Sin embargo, para capturar todo su potencial, el bancaseguro necesita algo más que tecnología. Requiere un cambio de mentalidad: pasar de la venta ocasional a una estrategia integrada de protección financiera para los clientes. Y aquí, nuevamente, los datos juegan a favor. La creciente adopción de canales digitales, el interés por productos de protección y la evolución en los hábitos de consumo abren una ventana única para consolidar el bancaseguro como un pilar estructural del negocio financiero.
La oportunidad está servida. En un mercado donde la competencia ya no es solo entre bancos y aseguradoras, sino también contra gigantes tecnológicos que buscan su lugar en la distribución de productos financieros, quienes sepan integrar el bancaseguro de manera inteligente, apoyándose en tecnología, procesos eficientes y una visión centrada en el cliente, estarán un paso adelante en la construcción del futuro.
Porque, en definitiva, el bancaseguro ya no es solo una alternativa: es una estrategia de crecimiento que llegó para quedarse.