Innovación

Argentina, entre las primeras de la región en transformación digital

Más allá de que la perspectiva crediticia a corto plazo para América Latina es estable, hay ciertos factores como la corrupción, la volatilidad global de los precios de los commodities, los flujos de capital y la disrrupción tecnológica, que amenazan con debilitar o desestabilizar empresas, sectores, consumidores y gobiernos durante los próximos dos a tres años.

La corrupción continuará obstaculizando la calidad crediticia soberana, las perspectivas de crecimiento económico y el nivel de competitividad de América Latina en general”, expresa Gersan Zurita, Senior Vice President de Moody’s.

América Latina  sería más acaudalada y más desarrollada si no hubiera corrupción, o cuando menos si la incidencia de corrupción disminuyera. Adicionalmente, la baja calidad institucional debilita la competitividad de América Latina, enfatizando así la vulnerabilidad de la región”, añade.

Según los expertos, a pesar de que la volatilidad de los flujos de capital seguirá incidiendo en la capacidad para emitir deuda nueva de ciertas compañías y que  la fluctuación de los precios de los commodities afecta directamente la calidad crediticia de los sectores minero y del petróleo y gas, los balances financieros se han fortalecido en los últimos tres años, lo cual hace que las compañías sean más resilientes ante futuras caídas en los precios.

Argentina, Brasil, Chile y México: los primeros en transformación digital

Según Füture Latam, las tecnologías innovadoras están rediseñando las industrias de América Latina, dado que la transformación tecnológica se encuentra bastante avanzada en la región, especialmente en Argentina, Brasil, Chile, México. Los negocios establecidos y los de reciente llegada están aprovechando las nuevas adaptaciones tecnológicas, lo cual ha promovido la competencia e inversión, que inevitablemente ocasionará vulnerabilidades para aquellos que no quieran o no puedan adaptarse.

A pesar que el escenario tecnológico es alentador, se advierte que aquellos que no se adapten a los cambios, van sumarse a la brecha de aptitudes que muestra la fuerza laboral de América Latina, la cual continuará restringiendo el crecimiento económico y la calidad crediticia de los consumidores, corporativos, instituciones financieras y gobiernos.