Tras alcanzar el equilibrio fiscal en 2024, BBVA Research proyecta que las cuentas públicas se mantendrán ordenadas este año, a pesar de la reducción en la base de la recaudación tributaria por el fin del impuesto PAIS, que sería compensada por el impacto de la mayor actividad en impuestos como IVA o Ganancias. La consolidación de la incipiente estabilidad económica ha favorecido la recuperación de los ingresos reales y el acceso al crédito, lo que genera un escenario propicio para el crecimiento. En este contexto, BBVA Research proyecta una expansión del PBI del 5,5% en 2025, impulsada por el consumo y la inversión.
El proceso de desaceleración de la inflación continúa, y el informe estima que el índice de precios cierre el año con un aumento en torno al 30%. La combinación de políticas fiscal y monetaria prudentes, y un tipo de cambio administrado ha contribuido a moderar la suba de precios. Sin embargo, la recuperación del poder adquisitivo en un contexto de crecimiento de la actividad y los ajustes pendientes en tarifas de servicios públicos le ponen un piso a la evolución de la inflación en los próximos meses.
En el sector externo, los economistas prevén un déficit de cuenta corriente del 1,4% del PIB en 2025, explicado por el incremento de las importaciones en el marco de un mayor dinamismo del PIB y el crecimiento del turismo emisivo. No obstante, este impacto será compensado en parte por el superávit de la balanza energética, que seguirá siendo un factor clave en la generación de divisas para el país.
El esquema de «crawling peg» implementado por el Banco Central ha sido clave para sostener la estabilidad cambiaria en este proceso de transición económica. En febrero, el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial se redujo del 2% al 1% mensual, con el objetivo de reducir la volatilidad cambiaria y contener las expectativas inflacionarias. Se espera que esta estrategia se mantenga sin grandes cambios hasta las elecciones legislativas, postergando una unificación del mercado cambiario para una etapa posterior.
El Banco Central ha comprado desde el inicio de 2025 cerca de 3.000 millones de dólares en el mercado oficial de cambios, apoyado en el superávit comercial energético, buenas liquidaciones del sector agropecuario y el dinamismo del crédito en moneda extranjera. No obstante, parte de estas reservas se han destinado al pago de compromisos de deuda y a intervenciones en mercados paralelos, lo que ha moderado el crecimiento del stock de reservas internacionales. A medida que avance el año, la consolidación de la estabilidad macroeconómica y la normalización del mercado cambiario serán determinantes para seguir reforzando el nivel de reservas, en un contexto que se verá influido también por el calendario electoral.
De cara a 2025, el informe proyecta un escenario positivo, con una economía que continúa estabilizándose y sectores que avanzan a diferentes velocidades en su recuperación.