Lentamente las afianzadoras locales empiezan a verter sus números de producción en este movidito 2023 que nos tendrá entretenidos a “todos, todas y todes”.
De acuerdo con aproximaciones recopiladas, el primer trimestre enero-marzo del corriente año orilla los $10.000 millones de primas emitidas (ajustado por inflación), lo cual a primera vista contradice la mediocre performance económica del inicio del año electoral. Caída de reservas, inflación al alza, deterioro en el plano fiscal (déficit) y fuerte tensión cambiaria indican un escenario hostil que, al mismo tiempo, generará oportunidades en una argentina “barata” en activos, con transición política y claras posibilidades de tomar nuevos roles internacionales en su matriz productiva vinculadas a la energía y los alimentos.
Los números de inicio son buenos para un mercado que parece traer cierto arrastre (refacturación) del 2022, y todo indica que cerrará un ejercicio julio 2022-junio 2023 apenas unos puntos por debajo de la proyectada inflación del 113% anual (junio 2023). Afianzadora y el seguro de caución nuevamente se colocan como protagonistas de la actividad económica argentina, facilitando el desarrollo de los principales proyectos y protegiendo al erario público a través de sus garantías.
