Con más de 100 días de cuarentena, los números del ejercicio julio 2019/ junio 2020 parecen recibir de lleno los efectos coyunturales de un periodo que no le faltaron temas de agenda. Elecciones presidenciales con cambio de timón, estanflación, y una nueva sorpresa que llegó para exponenciar los problemas preexistentes: el Covid-19.
Según los datos proyectados del departamento de estadísticas de Afianzadora, el ejercicio 2019-2020 estaría apenas superando los $7.800 millones de prima, dato que refleja un “avance” en términos nominales de más del 25%. Con una inflación acumulada en el mismo periodo de más del 42% y un mercado asegurador general que superaría el 30%, el negocio de las fianzas recibió el pleno impacto de un combo perfecto: recesión económica + cuarentena. Frente a un volumen de operaciones cercano a las 300.000 pólizas, el mercado sufrió una drástica reducción (-40%) de sus emisiones el último trimestre. El efecto cuarentena comenzó a golpear, producto del literal parate económico y el neto perfil sanitarista con el cual se decidió afrontar este flagelo.
El departamento de estadísticas continúa recopilando información y pronto tendrá datos sobre siniestralidad, estructuras técnicas y cómo se comporta el estratégico ítem “Cobranzas” en este fuerte escenario de demora en la cadena de pagos.
Comienza un nuevo ejercicio con muchos interrogantes, pero a la vez con un importante avance digital en términos de operación remota. Afianzadora, junto a todo el nicho, logró adaptarse en tiempo récord a este escenario y muestra solidez a pesar de la compleja coyuntura reinante.