Números engañosos del comercio exterior que a primera vista motivan, pronostican una recuperación del volumen de primas de las garantías aduaneras para este año. A pesar de las bajísimas bases de comparación con el 1er. Semestre de 2020, donde el mundo entero se paralizó hasta saber cómo manejar este flagelo, el circunstancial rebote entusiasma.
Yendo a los números duros del primer semestre de 2021, la expansión de las exportaciones fue de un +28%, explicados principalmente por un mejor valor (precio) de las mercaderías transaccionadas. Las importaciones, por su parte, dieron un salto exponencial del 50% que, al contrario de las exportaciones, se debe principalmente a un mayor volumen de cantidades. Sin dudas, esta ecuación explica la foto política-económica-social del 2020, donde el eje sanitarista ganó por goleada la batalla conceptual con consecuencias contundentes en la actividad económica, además de sus implicancias sociales: retracción del 10% del PBI, reducción del intercambio comercial de más de USD 25.000 millones y un incremento alrededor de los 10 puntos en la pobreza. Este fuerte repunte de la principal materia prima (importaciones) de las Garantías Aduaneras obedece al relajamiento de las medidas de aislamiento y cuarentena que permitieron una mayor normalidad en las bases económicas.
Con ochos meses de alzas interanuales consecutivas, las importaciones parecen indicar una recuperación de la necesaria inversión, que se encuentra en sus mínimos niveles de la última década. Cuando analizamos su composición, la buena noticia es que los rubros que mostraron mayor crecimiento se encuentran vinculados a la producción (piezas, accesorios, bienes de capital e intermedios). Brasil y China se posicionan como los principales socios comerciales de Argentina, destacándose el comportamiento de Estados Unidos, con incrementos del casi 80% de intercambios en ambas variables (impo y expo). El tipo de cambio juega su partido en este segmento aduanero de los seguros de caución, dado que es un mercado que se mueve en moneda “dura”, USD (dólares americanos). Esto implica que sea un segmento en donde se aprecie constantemente en pesos al calor de las recurrentes correcciones de nuestra moneda local (devaluaciones).
Transitamos un 2021 que recuperará parte de la tragedia 2020, pero que aún necesita de argumentos más sólidos vinculados con la macro para interpretar este repunte como un crecimiento genuino y sustentable.
