A pesar de una desaceleración durante el punto álgido de la pandemia, los seguros de propiedad personal y accidentes (P&C) han experimentado un crecimiento anual del 3 por ciento desde 2019. Las líneas personales aún representan más de la mitad de las primas emitidas brutas globales de P&C, pero una brecha de protección creciente tanto en los países desarrollados como en desarrollo indica que las aseguradoras luchan por diseñar productos que se ajusten a los riesgos emergentes y en evolución que demandan los consumidores modernos de líneas personales.
La brecha de protección tiene una serie de causas directas e indirectas. En las economías desarrolladas, las necesidades de seguros personales de propiedad y daños a terceros de los clientes están cambiando de manera significativa y rápida, especialmente en lo que respecta a los seguros de automóviles, dado que los automóviles conectados y la economía colaborativa están transformando los modelos de precios y los perfiles de riesgo. Los fenómenos meteorológicos extremos están causando estragos, con un aumento de las inundaciones, las tormentas tropicales, los incendios forestales y las sequías que desafían los modelos tradicionales de evaluación de riesgos y suscripción en los seguros de propiedad. El riesgo de seguridad cibernética va en aumento y muchas aseguradoras luchan por cuantificar adecuadamente la exposición al riesgo, ajustar los términos y condiciones y, en consecuencia, ganar la convicción de capacidad de reaseguro. Y el comercio electrónico se está volviendo indispensable, lo que aumenta el riesgo de fraude y robo en línea.
Las poblaciones de las economías en desarrollo también siguen estando subaseguradas, y las primas en gran medida para productos no obligatorios, como los seguros para propietarios de viviendas, siguen representando una pequeña porción de los ingresos de las personas, principalmente impulsadas por el poder adquisitivo limitado y la falta de conocimiento sobre los beneficios de la protección personal de propiedad y daños a terceros. En América Latina, el seguro de propiedad personal como parte de los ingresos es sólo el 0,12 por ciento del PIB, en comparación con el 0,32 por ciento de Europa occidental.
La industria está creciendo en general, pero una evaluación más granular muestra que la escala enfocada localmente define en gran medida la postura competitiva de una aseguradora personal de propiedad y daños a terceros. Es probable que los ganadores regionales continúen conservando su participación de mercado, beneficiándose de las capacidades que emplearon para alcanzar su actual posición de liderazgo y de su capacidad de inversión en el futuro. De manera más global, los seguros personales de propiedad y daños a terceros se unirán a todas las industrias para hacer frente a la inflación en el corto plazo, ejerciendo una presión adicional sobre los márgenes. La inflación también tendrá implicaciones claras para los modelos operativos tradicionales, específicamente al requerir ciclos de retroalimentación más rápidos entre las funciones de siniestros, actuariales y de fijación de precios. Las aseguradoras deben recalibrar sus productos, distribución y modelos técnicos para una base de clientes y un grupo de empleados con estándares más altos que nunca.