Los padres siempre quieren que sus hijos estén protegidos de todo tipo de peligros, pero llega un momento en que el hijo adolescente, tras cumplir los 16 años, puede optar por aprender a conducir y tramitar su licencia. Si bien para un adolescente obtener la licencia marca un hito en su madurez e independencia, en cambio, para los padres puede ser una preocupación que les quite el sueño.
Según las estadísticas de Luchemos por la Vida, el 26% de las víctimas fatales en accidentes de tránsito son chicos entre los 17 y 24 años. Por su parte, según fuentes consultadas de ANSV hay un total de 11.971.081 de licencias en Argentina, siendo que este año, 2019, se emitieron 452.222 licencias a chicos entre 17 y 24 años de un total de 900 mil que se entregaron.
Si bien dejar que un adolescente maneje es un debate que queda en el seno de cada familia, son los padres los pilares fundamentales para la vida del chico. En el caso de los que ya tienen 17 años, son los padres los que deben dar el consentimiento, lo que implica que tienen que ser críticos acerca de si su hijo está en condiciones de manejar. Una vez comenzado el proceso es recomendable que:
• El adolescente no maneje solo hasta que tenga la suficiente experiencia.
• No llevar pasajeros mientras no tengan experiencia.
• Comience con trayectos cortos y en horarios con luz diurna donde el tráfico sea tranquilo.
• No consuma alcohol o drogas, manejar con el cinturón de seguridad puesto y no hablar por celular mientras maneja.
Además de las recomendaciones de base existen tecnologías aplicadas a la seguridad vial. La transformación tecnológica permite realizar mediciones, identificando maniobras bruscas como aceleraciones, frenadas, velocidad, etc. que brinda la posibilidad de obtener reportes con acciones de los conductores que, a su vez, contribuyen a la educación en seguridad vial reduciendo las malas conductas de manejo. Además, otra funcionalidad muy importante de esta tecnología es que puede detectar accidentes, alertando en tiempo real y permitiendo ahorrar minutos críticos y vitales ante este tipo de Emergencias.
Es por eso que, ante la responsabilidad y preocupación de los padres por la seguridad de sus hijos, la tecnología se presenta como el aliado principal. “Nuestro servicio ITURAN EMERGENCIA permite medir en tiempo real una desaceleración brusca provocada por un impacto, ya sea frontal, lateral o trasero, generando una señal automática de alerta . De forma similar a los que operan en el vehículo para activar la apertura de los airbags, donde la alarma generada, es recibida por nuestro Centro de Comando y Control que, con el respaldo de una conexión humana las 24 horas, todos los días del año, brinda asistencia inmediata en todo el territorio nacional”, detalla el Ing. Cristian Fanciotti, CEO de Ituran Argentina.