Arrancó el ejercicio 2022-2023 en el nicho de las fianzas argentinas, con estimaciones que nos permiten avizorar que el avance del negocio sigue a buen ritmo, pero a menor velocidad.
Los números nominales de prima de este primer trimestre (julio-septiembre) indican unos $6.000 millones de pesos argentinos, los cuales deberán recibir su ajuste por inflación para reflejar el número que finalmente informaremos las compañías a la SSN. Un indicador de actividad es la cantidad de pólizas, que ostentó 179.000 emisiones en este trimestre, dato que supera por un 14% al mismo periodo del ejercicio anterior, inmerso en una cuarentena que todavía trababa fuerte la actividad económica.
Como tendencia menos alentadora, en el trimestre inmediatamente anterior (abril-junio) se emitió casi un 10% más de pólizas que en este trimestre, lo cual coincide con el inicio del ajuste y las restricciones en varios frentes de nuestra economía doméstica. Cuando hablamos de la variable siniestros, todo indica que hay una leve mayor incidencia de intensidad, con 209 pólizas siniestrados en este inicio de ejercicio, y 918 en la anualidad total 2021-2022.
Se nos presenta una economía 2022 cuyo avance estará en el orden del 3%, y que parece enfriarse para lo que viene (2023) con pronósticos que anticipan épocas de vacas flacas para el negocio. Por el momento, el nuevo ejercicio parece no dar señales claras de lo que viene en el estratégico año electoral 2023. La imperiosa necesidad de ajuste, para darle un poco de orden a la macro, se verá contrastada con la urgencia electoral de mejorar el clima económico y social de una sociedad asfixiada por la galopante inflación, la más alta desde 1991.
Afianzadora continuará ajustando sus pautas de suscripción con el fin de responder con responsabilidad a este escenario cambiante, donde el superávit técnico es una condición necesaria para hacer frente a este marco de inversiones con rendimientos negativos.