El pasado 8 de enero, un nuevo impuesto sobre las entidades financieras cooperativas y mutuales, incluyendo a las aseguradoras, fue creado reemplazando a un impuesto anterior incluido en la ley de presupuesto aprobada a fines de 2018 y que entraba en vigencia este año. El nuevo impuesto implica una carga menor que el anterior, aunque su aplicación impactará negativamente en el nivel de capitalización de las aseguradoras cooperativas y mutuales, ya que la tasa impositiva se aplicará directamente al capital de estas entidades, lo cual es una consideración crediticia negativa.
Sin embargo, la actualmente sólida posición de capital de las aseguradoras mutuales y cooperativas representa un margen significativo para afrontar la mayor carga impositiva. Al cierre del ejercicio fiscal 2018 (junio), el ratio de capital sobre activos totales de las aseguradoras mutuales y cooperativas promediaba el 83%, en comparación con un 21% del resto de la industria de seguros, reflejando una adecuación de capital significativamente más fuerte para estas entidades, lo cual hará que el impacto del impuesto sea manejable.
Las aseguradoras deberán aplicar una tasa del 3% sobre los primeros ARS100 millones de su capital, y del 4% sobre el capital que supere dicho monto. Adicionalmente, las aseguradoras con un capital menor a ARS50 millones estarán exentas. La mayor parte de las compañías estarán sujetas a la tasa del 4%, dado que todas ellas a exepción de dos poseen un capital mayor a ARS100 millones.
Las 22 compañías afectadas por el impuesto (ver figura 1) representan un 16% de las primas del mercado asegurador argentino. Dada su naturaleza jurídica, las cooperativas y mutuales no tributan impuesto a las ganancias. De todas maneras, el nuevo impuesto puede verse como una aproximación al impuesto a las ganancias, y estimamos que la tasa efectiva del mismo medida como un porcentaje del resultado neto de las compañías rondará el 20%, lo cual es aún menor al 30% promedio de tasa efectiva del impuesto a las ganancias de los últimos cinco años. Sin embargo, esta diferencia se acortará debido a la reducción de la alícuota del impuesto a las ganancias de 35% a 30% en 2018 y a 25% en 2020.
Las compañías afectadas por este impuesto podrán tomar como pago a cuenta lo tributado en concepto de contribución especial sobre el capital de las cooperativas. Esta ley tiene carácter de transitorio y, sin tener en cuenta una posible futura extensión, el impuesto sería eliminado en 2023. El impuesto es parte de un esfuerzo más amplio del Gobierno de Argentina que busca recortar gastos y cumplir con su meta de 0% de balance fiscal primario en 2019.