En el primer cuatrimestre de 2021, la Argentina comienza a recuperar su volumen de intercambio comercial con un superávit que acumuló US$2.500 millones. Como dato positivo para el nicho de caución tenemos a la principal materia prima de demanda de las pólizas aduaneras electrónicas; las importaciones. Ellas ofrecieron un contundente avance del 38% versus mismo “quarter” del 2020, lo cual empieza a reflejarse en el volumen de prima que provee el comercio exterior al negocio de las fianzas. Este repunte se explica principalmente por un mayor volumen (33%), y no precisamente por un aumento en los precios, que solo aportó un 3%. Entre las características de este comportamiento, se destaca el dinamismo de los segmentos de bienes de capital, de bienes intermedios y de piezas y accesorios para bienes de capital, lo cual aporta cierto optimismo a futuro en el alicaído y estratégico sector industrial argentino.
Cuando hablamos del ítem exportaciones, a cargo de un selecto grupo de empresas que no superan las 9 mil en Argentina, vemos un avance más modesto (22%). Esta lógica se revierte cuando nos referimos a las importaciones, donde los precios (17%) incidieron mucho más que las cantidades aportadas (4%). Se estima que el volumen de primas aduaneras superará holgadamente los 5 mil millones de pesos este año, con más de 160 mil pólizas emitidas, convirtiéndose en uno de los segmentos más dinámicos.
Hoy más que nunca, debemos mantenernos firmes y no ceder en un entorno seducido por cierto atraso cambiario, una carencia de crédito internacional para la inversión pública, la prioridad insoslayable con el sector sanitario y un Estado que tendrá que regular su gasto para evitar un recalentamiento mayor del crónico flagelo social y económico de la modernidad argentina: la inflación.