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Siniestro de la grúa: claves para entender el rol del seguro

Este fin de semana, una familia de Mataderos contrató una grúa para instalar una pileta plástica en su patio trasero, pero la operación no salió con el éxito esperado. La máquina cayó sobre el techo y partió la vivienda en dos. La mayoría de los operarios resultaron heridos y uno de ellos se llevó la peor parte, con múltiples fracturas. La grúa aún continúa en el lugar para que se realicen los peritajes correspondientes, en un hecho que por sus inéditas particularidades tomó gran relieve mediático.

Se estima que arreglar la casa de ubicada en Saladillo 2628 podría costar más de US$ 100 mil. Desde ya, la empresa propietaria de las grúas debe tener un seguro para cubrir este tipo de contingencias, lo cual nos obliga a preguntarnos sobre las responsabilidades en este siniestro y realzar la importancia de contar con una adecuada cobertura de seguro.

Consultamos a Alberto Duran, perito liquidador de siniestros y vicepresidente de la Asociación Argentina de Liquidadores y Peritos del Seguro (AALPS), para que nos de su visión del hecho y su liquidación. En primer lugar, respecto a las coberturas en amparo de los daños a la vivienda, el especialista señala que sólo podrían ser tomadas por la empresa de grúas.

Para ello, existen dos alternativas. “Un Seguro Técnico – Equipo de Contratistas, el cual suele cubrir el daño material al equipo y cuenta con una Responsabilidad Civil (RC) generalmente limitada al mismo monto asegurado del equipo, lo cual es limitativo. Al margen de que siempre estarían excluidos los daños al bien que es objeto de carga o izaje, debe verificarse que la cobertura contratada no excluya los daños a la obra sobre la cual se está interviniendo, como ha sido en este caso. Superado el punto, dicha cobertura operaría en primer lugar y hasta el límite antes indicado”, se explaya Duran.

La segunda alternativa es una cobertura adicional de RC, exclusiva del ramo. “Debe tomarse en exceso de la anterior, para que actúe como “paraguas” protector por encima de la específica. También debe incluirse la RC Cruzada para extender el amparo al comitente, en este caso propietario de la propiedad en el que se realiza la intervención. Obviamente esta cobertura suele tener una franquicia bastante mayor que siempre quedará a cargo del asegurado (empresa de grúas), debiendo participar del resarcimiento”, amplía.

¿Y si el dueño de la casa contaba con un seguro del hogar? “Considero que de ninguna manera debería actuar la póliza de Combinado Familiar en amparo del propietario del inmueble, dado que no se puede asimilar el hecho con un IVT o de una aeronave. En primer lugar porque se trata de una enorme agravación del riesgo asumido, que excede el objeto de la prestación como adicional de Incendio Edificio. No olvidemos que el IVT es un adicional gratuito de la cobertura básica de Incendio, Rayo y Explosión. Sin cobro de extra prima, al punto que la cobertura excluye a los impactos protagonizados por vehículos del asegurado, familiares o inquilinos, quienes habitualmente ingresan y/o egresan de la cochera del edificio. Esto sabe pautarse claramente en los Integrales de Consorcio”, apunta el perito liquidador.

En el mejor de los casos, el propietario debería haber contratado una cobertura de RC para refacciones u obras en su domicilio, a fin de brindar amparo a los daños a terceros. “En su defecto, al contratar a la empresa de grúas se le debe exigir que disponga de una póliza de RC Cruzada para que acuda en su amparo y lo mantenga indemne frente a eventuales daños a terceros”, explica.

Sin dudas, un caso pocas veces visto, muy interesante para analizar desde el punto de vista asegurativo y que marca, una vez más, la importancia de estar debidamente asesorado al momento de llevar adelante una maniobra de esta naturaleza. Siempre que hay un riesgo, hay un seguro detrás.

“En mi opinión, las aseguradoras están para brindar amparo a los hechos de ocurrencia accidental, súbita e imprevista, y ese debe ser el fin de la prestación, no el de “comprar“ siniestros de ocurrencia previsible”, concluyó el especialista.

Foto de la vivienda: Jorge Sánchez

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