Prevención Seguridad Vial

Infracciones de tránsito: 9 de cada 10 argentinos comete contravenciones al manejar

Un reciente estudio realizado por la Universidad Siglo XXI indica que 9 de cada 10 argentinos mayores de 18 años reconoce que comete infracciones de tránsito al manejar un auto o una moto.

De acuerdo con ese informe, para el cual se encuestaron a 1000 personas, no detenerse cuando un cartel lo indica, exceder el máximo de velocidad en calles o avenidas y utilizar el teléfono celular al conducir son tres de las infracciones más habituales. Las cifras de la Secretaría de Tránsito porteña verifican esta radiografía: según los datos del organismo, manejar con exceso de velocidad en autopistas y vías rápidas fue el motivo más habitual en las multas labradas entre enero y julio de 2016, seguido por el estacionamiento en lugares indebidos y el uso del teléfono móvil al manejar.

Según la mirada del antropólogo del Conicet e investigador en temas de ciudadanía vial Pablo Wright, el perfil de los argentinos al volante está directamente ligado a sus hábitos culturales en los diferentes aspectos de la vida cotidiana, tal como publica una nota La Nación.

Cómo sos como ciudadano, cuánto respetamos las normas son cosas que se aprenden. Los argentinos manejamos como somos en general. Como ciudadanos hacemos una interpretación muy creativa de las normas, somos muy caprichosos y totalmente individualistas -describe Wright, quien obtuvo su doctorado en la universidad de Temple (EE.UU.) con investigaciones sobre la temática y actualmente es docente en la UBA-.

Entonces, la ciudadanía vial es coherente y coincide exactamente con cualquier otra forma de ciudadanía en la Argentina. Así como somos con los impuestos o con las leyes, somos en relación a las reglas viales y eso se ve en rasgos como el desdén a la norma o el comportamiento riesgoso», agrega el antropólogo.

 Lo que se ve en general en las grandes ciudades del país es un alto nivel de agresividad en el manejo y que somos muy irrespetuosos hacia el prójimo. Eso se demuestra al circular por banquinas, moverse sin indicar el giro con las luces, cometer errores e insultar a la persona que se perjudicó o no por respetar las señales de tránsito», sostiene Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam).

El 62% de los choques en Capital se producen en las bocacalles, y para que haya un choque, alguien tiene que haberse pasado por alto la prioridad de paso», agrega Pons, en un escenario que suma peligrosidad si quien está al volante conduce a alta velocidad o llega al cruce de las calles distraído con su teléfono.

Por otro lado, desde Cesvi indican que la tendencia a pasar por alto normas como la velocidad máxima también se presenta en los cursos y capacitaciones que dictan en la institución. «A veces se corrigen cuestiones vinculadas a técnicas de conducción, pero lo que más se ve es el exceso en las consignas. Si se plantea determinada maniobra a 60 km/h, es muy común que la respuesta sea: Probé a 65 km/h y me salió», ilustra el ingeniero Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de la institución, al describir una actitud que luego suele verse replicada en la calle.

Por último, los expertos afirman que el rol del Estado es una variable clave para desarrollar mejores hábitos al conducir, con mejores condiciones de calles y rutas, controles más eficientes y campañas de concientización.

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