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Fingió su muerte para cobrar el seguro y empezó una nueva vida en Brasil

Un hombre fingió su muerte para que su familia y un socio pudieran cobrar el seguro de vida, pero no será juzgado porque una jueza dictaminó el cierre de la causa por prescripción. Según publicó Clarín, la medida beneficia a Ariel Darío Leites Dos Santos, su esposa y un ex socio, quienes estaban acusados del delito de tentativa de estafa.

En enero de 2015, una compañía de seguros radicó una denuncia tras establecer que Leites Dos Santos no había fallecido ahogado en aguas del río Uruguay el 2 de enero de 2011, sino que estaba radicado en la ciudad de Curitiba, en Brasil, donde era un exitoso comerciante del rubro informático. En esa ocasión el hombre ingresó al agua con intenciones de refrescarse y nunca más fue visto.  Se realizó un operativo de búsqueda que se extendió cien kilómetros aguas abajo, pero sin resultados.

La esposa y un ex socio de Leites Dos Santos iniciaron los trámites judiciales para lograr su declaración de fallecimiento para así poder cobrar un seguro de vida que el hombre había contratado.

De acuerdo a lo informado por Clarín, además del pedido de radicación ante las autoridades brasileñas, la aseguradora exhibió documentación que indicaban a Leites Dos Santos como propietario de la empresa de informática “Viginter”, sobre la calle Profesora Olivia Nogueira 515 de Curitiba.

Ariel Darío Leites Dos Santos admitió que apenas seis días después de su desaparición, comenzó a tramitar la cédula de identidad para extranjeros en el vecino país y el 20 de febrero de 2013 obtuvo la residencia permanente. Para poder realizar ese trámite, presentó un certificado de antecedentes legalizado del Registro Nacional de Reincidencias, documento que habría gestionado antes de desaparecer.

Desde un primer momento circuló el rumor que todo era una puesta en escena para zafar de los acreedores” admitieron desde la Justicia de Oberá.

Recién en 2014, Leites Dos Santos se volvió a contactar con sus padres y en enero de 2015 se presentó ante la Justicia y consiguió una autorización para volver a Curitiba.

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