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Coface analiza impacto de los Abenomics en las exportaciones japonesas y el yen

Desde la implementación de los Abenomics a principios de 2013, el Banco de Japón (BOJ por sus siglas en inglés) ha relajado agresivamente su política monetaria, esta es la comúnmente llamada “primera flecha de los Abenomics”. Estas medidas han incluido la introducción en abril de 2013, de “la relajación cuantitativa y cualitativa de la política monetaria (QQE por sus siglas en inglés)”, la modificada “QQE con una tasa de interés negativa” en enero de 2016 y la anunciada más recientemente “QQE con control de la curva de interés”, en septiembre de 2016. A un poco más de tres años y medio desde su introducción, el impacto de la primera flecha ha sido menos efectivo, particularmente sobre las exportaciones japonesas y el yen, tal como señala el último comunicado de Coface.

¿Por qué la depreciación del yen, la cual ocurrió durante el éxito inicial de la primera flecha, no impulsó el volumen de las exportaciones de mercancías japonesas?

El débil impacto de la depreciación del yen sobre las exportaciones podría ser fácilmente explicado por factores externos concernientes al mediocre crecimiento económico mundial, el cual ha pesado sobre las actividades del comercio de mercancías a nivel global, incluyendo las exportaciones japonesas. Una razón más estructural es el comportamiento de los exportadores japoneses de fijar sus precios según los mercados, que está manteniendo los precios de exportación estables y a un tipo de cambio comparable con sus precios domésticos – a pesar del nivel del yen. Esto está limitando la estimulación de la demanda de las exportaciones japonesas.

¿Qué industrias podrían verse afectadas más cuando el precio del yen fluctúa?

Debido a este comportamiento de fijación de precios en función del mercado, el crecimiento de los beneficios de explotación de los fabricantes japoneses sigue las fluctuaciones del yen. Por lo tanto, el agresivo estímulo monetario del Banco de Japón debería haber animado a los fabricantes japoneses.

Otro factor importante que determina el impacto de las fluctuaciones del yen sobre la rentabilidad de los fabricantes japoneses, podría ser la parte de la divisa en la facturación en sus exportaciones. Los sectores caracterizados por un menor grado de diferenciación de sus productos exportados, y cuya parte de facturación en yen es menos importante, son más sensibles a las fluctuaciones. Estos actores de la industria son por lo tanto más vulnerables durante los tiempos de fortalecimiento del yen, pero disfrutan del impulso de la rentabilidad durante el período de depreciación de la moneda.

Esto podría llevar a la conclusión de que los sectores textil y químico son más vulnerables en los periodos de apreciación del yen, y que el sector de la maquinaria industrial en general, lo es relativamente menos.

La política monetaria expansionista parece estar perdiendo ímpetu. ¿Qué sucederá a continuación?

En teoría, un aumento en la oferta monetaria, en el marco de la política monetaria expansionista, debería conducir a una depreciación de la moneda. Sin embargo, en el contexto de turbulencia de los mercados en 2016, el estatus de refugio seguro del yen japonés se ha sostenido a pesar del fortalecimiento de la política monetaria expansionista del país. Si todo continúa igual, es probable que los efectos marginales de nuevos estímulos monetarios disminuyan.

Las últimas cifras sugieren que Japón podría, una vez más, estar en una trampa de liquidez. Lo que es más alarmante es que ha habido poca señal de disminución de los riesgos de deflación. Con un escaso margen de maniobra para cualquier política monetaria o fiscal, el gobierno japonés necesita desarrollar medidas audaces de desregulación y reformas estructurales para poder impulsar la productividad y el crecimiento de los salarios. De lo contrario, permanecerá la situación en Japón de bajo crecimiento y deflación”, dijo Jackit Wong, economista de Coface para Asia Pacífico.

 

 

 

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